Algunas de las tareas básicas que podríamos considerar para la implantación del mantenimiento autónomo serán: limpieza, inspección, lubricación, y aprietes.
Se deben de hacer una serie de planteamientos sobre como tratar un equipo, y los resultados del análisis que se realiza se podrán trasladar a equipos semejantes, ello comportara:
Analizar las necesidades de mantenimiento que este equipo requiere.
Seleccionar las actividades que el operaio debe llevar a cabo, asignando unas frecuencias para cada una de ellas.
Diseñar un sistema para tener un control sobre las operaciones realizadas.
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